Con su inconfundible sentido del humor, Javiera Contador invita al público a reírse de la vida —de sus altos, sus bajos y de todo lo que queda entremedio— a través de anécdotas personales, reflexiones sin filtro y observaciones tan certeras como absurdas.
El resultado es un espectáculo cercano, honesto y lleno de calidez, donde la comedia se vuelve refugio frente a la amargura. ¿Se puede superar todo con humor? Tal vez no, pero siempre vale la pena intentarlo, juntos y en vivo.
